365 días de angustia; eins.

noviembre 5, 2014 § Deja un comentario

Inesperadamente, a veces pierdo mis lentes por las mañanas. O no es que los pierda, ellos simplemente se esconden. Huyen, tal vez. Así que solo salgo a la calle sin ellos. Camino más despacio por si acaso, me tomo mi tiempo para enfocar los autos, pero sobre todo evito leer letreros: me hacen sentir triste.

Aquel día mis lentes se habían escondido,  así que no pude mirar la tv -eso también me entristece- y debía ir a la alberca. Tomé mis cosas y con ojos entrecerrados salí. Tuve que chiflarle a Tobías, no lograba reconocerlo a media calle y no quería acercarme cuando estaba acompañado, así que dejé que él se acercara. «Querido» dije, «querido, el mundo es un mal aquejante, lleno de misterios re descubiertos y pisoteados hasta que pierden todo lo bueno que tuvieron y hay personas que simplemente viven para pisotear y bailar sobre su propia mierda sin titubear. Tengo miedo de perderme y despertar siendo ese tipo de humano. O un humano. O cualquier tipo de objeto. O de ser responsable, más aún que ser irresponsable. Se mis ojos hasta la alberca. Necesito ahogarme un rato.»

Claro que Tobías sabía pero no respondía a mis discursos. A los locos y a los tontos solo hay que seguirles la corriente para que se tranquilicen. Así que, con pisadas suaves y tranquilas, con su andar ligero, Tobías, sin mirar atrás, me llevó hasta la esquina donde olía a cloro.

«Tobías, cariño, eres el mejor perro guía.»

¿Dónde estoy?

Actualmente estás viendo los archivos para noviembre, 2014 en The birdies always says "blah"..